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Historia de vida Carmen Mondragon
PROYECTO VA0011
Aporte en la atención integral y en la generación de ingresos de 150 familias desplazadas del área urbana del municipio de Cali.
Carmen Mondragon es una mujer afrodescendiente que proviene del municipio de Buenaventura, madre de 7 hijos, actualmente convive con 3 hijas menores de 18 años. Es una trabajadora incansable, madre dedicada y cabeza de hogar.
Su vida transcurre entre el municipio de Buenaventura y Cali, su relato comienza entre recuerdos algunos menos dolorosos que otros, piensa que ha sido fuerte y que la fe la ha traído hasta aquí, junto con su familia y sus sueños de ser mejor persona, abrir un restaurante y comprar una casa propia como aquella que perdió a manos de la guerrilla. Aquella casa que construyo con esfuerzo y perseverancia, esa que hoy es solo un recuerdo que la hace llorar y que la lleva a imaginar que sería de su vida si no hubiera tenido el valor de huir después de tan contundente amenaza.
Su vida transcurre entre el dolor, la desesperación y la superación, para algunos levantarse cada día es un reto que afrontan con entereza y optimismo, unidos a su fe en Dios y en la idea de que el mañana será mejor que el día que paso.
Es una mujer fuerte, decidida y luchadora, no olvida pero sabe que los recuerdos no pueden ser más fuertes o más obstinados que la conciencia, la satisfacción y la tranquilidad de vivir por un motivo y luchar por el mismo.
Sus hijos y su deseo de vivir y no solo el hecho de sobrevivir la alientan a emprender el camino y valorar aquello que otros que sin conocerla son capaces de brindarle una mano. No exige nada solo desea colaboración para aportarle una mejor calidad de vida a su familia.
Yo vengo de Buenaventura, yo viví casi toda mi vida ahí, mi familia vivía cerca a Buenaventura. Yo vivía con mis 3 hijas y me separe del marido que tenia.
Yo me crie con una persona amiga de mi mama, pues éramos muy pobres y mi mama no tenia para todos, cuando tenía como 16 años quede embarazada porque yo tengo 4 hijos con otro marido y la señora me dijo ya tiene su carga entonces a buscar lo suyo. De ahí con la barriga trabaje en una casa ajena (casa de familia), me tocaba duro, y luego seguí con mi vida y decidí trabajar y criar a mis hijos sola, luego conocí al otro marido y era igual de irresponsable y patán, tampoco era buen padre así como yo que ni conocí al mio. He trabajado en todo para sacar a mi familia adelante; en casas ajenas, pelando pescado, con una empresa de camarones que cerraron y nos dejaron en la calle, de ahí me fui a vivir en una invasión en Buenaventura donde Plan Internacional me regalo el techo y yo con mi esfuerzo la construí, tenía hasta un balcón. Y de ahí llegue a Cali con mis 3 hijas menores, porque los mayores viven entre Buenaventura y Bogotá.
Yo hui de Buenaventura dejando mi casa por la que había luchado, deje todo no pude sino sacar la ropita porque era eso o morirnos todos al otro día. Allí todo era muy tranquilo y después empezó a meterse la guerrilla y los paramilitares y eso se daño, mataron descuartizado al líder de la junta cuando nos intento ayudar, así como los muchachos y todo lo demás.
Una vez mi hija en el 2008 no se me olvida la fecha, en una balacera le cayó una bala perdida y le entro por la cadera y le salió por la pierna y menos mal que es gordita, porque no le cogió hueso. Vino una vecina y me dijo su hija cayó en la balacera y yo me asuste.
Después me dijeron quien había sido y yo me quede callada pero le dijeron al tipo que yo sabia y como era de una de esos grupos, al otro día me toco la puerta y me dio o se van o mañana amanecen todas muertas y por acá no vuelvan, esa misma noche saque la ropa y me vine para Cali y una prima gracias a Dios me recibió y pude quedarme ahí, como yo sabía cocinar poco a poco me he ayudado con eso y mi fritanga que es con lo que vivo ahora y espero con ayuda de Dios y de ustedes pueda levantarme más.
El proyecto me ha ayudado mucho, yo nunca pensé que podrían darme una colaboración de esas sin conocerme, me han enseñado a tratar a la gente, ayudar a mi familia, a llevar un negocio, los asesores me han enseñado mucho y esa plata es una bendición que de otra forma no habría podido tener. Yo le agradezco primeramente a Dios y luego a Comfenalco y la OIM por ayudarme a mí y mi familia. Con esto voy a salir adelante y de pronto en un futuro pueda cumplir mi sueño de tener una casa propia y dejar de pagar arriendo y ayudar a mis hijas a estudiar por lo menos el bachillerato pues yo no quise estudiar y míreme aquí, tal vez si pudieran ayudarme a estudiar y aprender así como yo les digo a mis hijas podamos salir adelante.
Yo voy a luchar con lo que me han ayudado para montar mi negocio, pues mire con el asador puedo poner los chuzos que se venden muy bien y me los preguntan, el termo que me dieron para el café para los que transportan que en la tarde me preguntan que si tengo tinto para no dormirse, el freidor de dos puestos para poder hacer mas fritanga y vender más y la mesa para que los clientes se sienten. Le doy gracias a Dios y ha ustedes.